Pitágoras (580-500 a. C.) filosofo y matemático griego, ya especulo sobre lo que el llamaba la armonía de los cielos.
Su aplicación de las matemáticas a la música, revelo la existencia de un orden en el sonido que se podía expresar con números. Así mismo, afirmo que el universo se regia también por reglas matemáticas con proporciones y ritmos precisos, por lo que dedujo que existía una música de los cielos que el afirmaba escuchar.
Según el, la distancia de los cuerpos celestes con respecto a la Tierra corresponde a intervalos musicales, produciendo sonidos mas graves las esferas situadas mas cerca, agudizandose conforme se alejan, en el sistema solar se integrarían pues, las siete notas musicales que corresponderían a los siete cuerpos celestes conocidos por entonces (incluidos el sol y la luna). La combinación del sonido de todas las esferas produciría una bella melodía, no audible por el común de los mortales, que se denomino "música de las esferas".
Esta teoría continuo siendo tomada en cuenta durante la Edad Media, hasta llegar a Kepler.
El astrólogo alemán J. Kepler (1571-1630) observo que los planetas dibujaban alrededor del sol elipses y no círculos como se pensaba antes y estableció que los astros emitían un sonido que es mas agudo cuando su movimiento es mas rápido, llegando a componer seis melodías distintas para cada uno de los planetas conocidos en su tiempo.
Posteriormente aunque se siguió admitiendo la armonía en el universo, se desecho por no poder demostrarse la existencia de una música de las esferas, pero hace poco un satélite de la NASA llamado TRACE, enviado para estudiar la corteza solar, descubrió que realmente los astros suenan. La música de las esferas consiste en realidad, en un ultrasonido solar formado por ondas 300 veces mas graves, que los tonos que puede escuchar el oído humano.
No hay comentarios:
Publicar un comentario