La fascinación del hombre por la espiral se muestra desde siempre, tanto en el arte, como en el misticismo y la religión. Una prueba de ello son las danzas circulares de los derviches, en mi viaje a Turquia tuve la oportunidad de contemplarlas.La ceremonia Sema que es como llaman los sufies a su danza ceremonial, esta llena de simbolismos, la propia música compuesta por sonidos de cuerda, tambores y flauta, acompañada de voz recitando poemas de amor divino, tiene ya su significado siendo por ejemplo los tambores, la orden de Dios de la creación del universo y la flauta la expresión del alma divina. Comienza con la entrada de los danzantes cubiertos por una capa negra que representa la tumba del ego de la que después se despojan, dan varias vueltas en circulo queriendo expresar primero su admiración por el universo, con sus astros girando alrededor de las luminarias y sobre si mismos y después su unión e integración con Dios.
Los danzantes giran sobre si mismos sin parar, mientras un pie permanece apoyado en el suelo, el otro les ayuda a dar vueltas en un movimiento repetitivo y constante. La mano derecha permanece abierta hacia el cielo, para recibir la energía divina y la mano izquierda abierta hacia el suelo en señal de dar cuanto se recibe.
La danza sufí quiere ser una expresión del amor divino y el éxtasis místico y esta inspirada en el poeta sufí Rumi:
Como olas sobre mi cabeza se rizan al girar,
Así en la danza sagrada uno vibra y da vueltas.
Danza pues,oh, corazón, eres un circulo que rota.
Arde en esta llama, ¿acaso no es El la candela?
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